Para los especialistas hay muchos factores que generan que un negocio en alquiler llegue a estar años buscando quien lo ocupe. ¿Cuáles son los principales factores? ¿Qué hay que tener en cuenta?
La intersección de Soler y Coronel Díaz en el barrio de Palermo y la peatonal Florida y Viamonte en el Microcentro o Corrientes y 25 de Mayo a metros del Paseo del Bajo, son solo algunas de las esquinas emblemáticas porteñas que tienen locales en alquiler hace años, pero que no logran encontrar interesados.
Tras el paso de la pandemia el mercado de locales comerciales se recupera. En zonas de Palermo, Belgrano o Caballito hoy está todo al tope y hay lista de espera para conseguir un lugar.
“En general cuando hay locales que están tanto tiempo en alquiler y no consiguen un nuevo inquilino suele ser por un tema de precio. Hay propietarios que saben que el mercado se está recuperando y no quieren comprometerse con un nuevo inquilino a ofrecerlo a un bajo precio. Prefieren esperar el momento justo”, explica Martín Potito, director de la división de oficinas de LJ Ramos.
“Muchos propietarios de locales no viven solo de una unidad, por lo cual no existe el efecto estrangulamiento o que hay una necesidad para alquilar”, esto explica por qué muchas unidades pueden estar años con un precio por encima de mercado sin ocuparse.
Si bien los precios son determinantes para definir o no una operación también hay otros factores que influyen. “Las habilitaciones son un tema sumamente importante, al igual que el uso que se le quiere dar al local. No todos son aptos para gastronomía, la realidad puede ser muy variada”, finaliza Potito.
En sintonía, Mariana Stange CEO y fundadora de la empresa que lleva su nombre coincide que los precios son esenciales para definir una operación, sobre todo en el caso de los alquileres. “Los propietarios son personas que se dedican a gerenciar y administrar locales comerciales y están acostumbrados a operar de una manera y el mercado evoluciona. Los gustos cambian y las necesidades también, el modo de operar es diferente hoy”, explica.
Los cambios pasan sobre todo por los nuevos gustos de los usuarios y las nuevas necesidades que llegaron post pandemia. Hoy los espacios amplios, con buena ventilación y sitios al aire libre cobran mayor importancia.
“Hoy empiezan a barajarse otro tipo de contrataciones con canasta de monedas, asociarse a la facturación del local, ajustar el alquiler de forma periódica y a través de un índice. Muchas veces hay locales muy buenos pero los propietarios no terminan de entender las nuevas modalidades y eso traba muchas operaciones”, indica Stange.
Otro de los datos que tienen en cuenta las inmobiliarias tiene que ver con la ubicación. “Con nuestra mirada patrimonial podemos pensar que es un súper local, pero en muchos casos están ubicados en lugares que no son interesantes para ciertas empresas. Esto pasa por ejemplo con la calle Florida”, agrega Mariana Stange.
Hay que tener en cuenta que la calle Florida sufrió fuerte el impacto de la pandemia. Esto generó un boom de locales que debieron cerrar sus puertas y si bien la zona poco a poco se recupera la oferta disponible aún es muy grande. “La cantidad de oficinistas y de turistas mermó y recién hoy retoma números positivos”, agrega la especialista.
“Palermo, Caballito, Belgrano o Villa Crespo tomaron más relevancia en los últimos años con su oferta de locales y su polo comercial porque hoy los negocios de cercanía ganan terreno”, define Stange.
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